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Desmontaje de fibrocemento

La presencia de fibrocemento en un edificio puede constituir un elemento peligroso para la salud de las personas. Para su fabricación, era muy común el uso de amianto como fibra de refuerzo, hasta que se hicieron patentes los problemas de salud y los riegos que el amianto generaba. El amianto es un producto catalogado como residuo tóxico o peligroso por la normativa europea, de ahí que en la actualidad su uso esté prohibido.

El desmontaje de elementos de fibrocemento que contengan amianto, como pueden ser cubiertas de edificios o tuberías, requiere de una planificación previa con protocolos de salud laboral durante la retirada y manipulación, y sistemas de seguridad para su transporte y depósito en un vertedero autorizado. Además, estas labores deben ser llevadas a cabo por empresas especializada en el desmontaje de fibrocemento e inscritas en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto), como Posada Organización.

El amianto es un tipo de mineral clasificado dentro del grupo de los minerales metamórficos, compuestos principalmente por silicatos. Los materiales que contienen esta sustancia se dividen en dos tipos:

– Friables, es decir, que son susceptibles de liberar fibras en caso de rotura, choques o vibraciones.

No fiables, que son los que no liberan fibras en las mencionadas circunstancias y son menos peligrosos que los primeros.

Para iniciar el proceso de retirada de materiales con amianto, es necesario que un equipo de técnicos especializados en el desmontaje de fibrocemento lleve a cabo una valoración visual y técnica de la estructura con el fin de analizar su peligrosidad (tipo de material, friabilidad, estado, etc.) y planificar un proceso de desmontaje seguro. Con este análisis previo se elabora el documento técnico en el que se desarrolla el proyecto de desmontaje del fibrocemento y que incluye información como el tipo de obra, propietario, responsable de la obra, personal con riesgo de exposición al fibrocemento, materiales que contienen fibrocemento, estado de la edificación, medidas de seguridad, transporte, etc…

 

Materiales con amianto.

Dependiendo de la friabilidad del material (capacidad para desprender fibras) su manipulación durante el desmontaje implica diferentes grados de peligrosidad.

El fibrocemento se ha utilizado principalmente en cubiertas, tabiquería, citernas, depósitos o tuberías, debido a sus propiedades ignífugas y como aislante térmico y acústico. En el ámbito de la construcción, es posible encontrar materiales con fibras de amianto en los siguientes elementos, ordenados de mayor a menor friabilidad:

Revestimientos proyectados: Presente en estructuras de acero de grande edificios, cortafuegos en falsos techos y cubrimientos de piscinas.

Relleno de fibras sueltas: Como aislamiento en desvanes y áticos.

Calorifugado y empaquetaduras: En tuberías, calderas de edificios públicos, hospitales o centros escolares.

Tableros aislantes de amianto: En trabajos de construcción en general, utilizado como cortafuegos y aislante térmico y acústico. (Revestimientos interiores de paredes, conducciones, paneles de relleno, revestimientos de calderas o de hornos…).

Cordones e hilaturas: En hornos incineradores, calderas de calefacción central, hornos en general…

Tejidos, cartón duro y productos de papel. 

Fibrocemento. En laminados para tejados, revestimientos murales externos y de protección, losas, tejas y pizarras y productos prefabricados moldeados. Se pueden encontrar en explotaciones agrícolas y edificios industriales, tejados, cisternas y depósitos, conductores de agua y canalones, entre otros.

Materiales para pavimentos.

Revestimientos y pinturas texturizadas.

 

Protección frente al fibrocemento.

El desmontaje y retirada de fibrocemento debe realizarse siguiendo estrictas medidas de seguridad y protección establecidas para los residuos de construcción y demolición en el Real Decreto  105/2008. Además, durante el desarrollo de los trabajos es necesario implementar medidas de control y medición que alerten de la sobreexposión de los operarios a fibrocemento. Según la legislación en  vigor, el personal no puede estar expuesto a valores superiores a 0,1 fibras por centímetro cúbico como media ponderada en un periodo de 8 horas. Estas mediciones han de realizarse durante las tareas de retirada en el lugar de trabajo y en los exteriores y, nuevamente, una última medición una vez finalizadas las actuaciones de retirada del fibrocemento. Las muestras de aire han de tomarse diariamente y se envían a un laboratorio especializado para su análisis.

Como hemos dicho anteriormente, la retirada de una estructura de fibrocemento con amianto requiere de la elaboración de un plan de desamiantado, donde quedarán reflejadas las medidas de seguridad, la delimitación de las zonas de trabajo, la señalización y las medidas de protección para los trabajadores (monos protectores, mascarillas, protección ocular, guantes, calzado…), etc.

protección para retirada de fibrocemento con amianto

Proceso de desmontaje del fibrocemento.

El método de trabajo dependerá del tipo de material que se va a desmontar, y de si es más o menos friable. Los materiales no friable son los más comunes en construcción. En general, se comienza pulverizando la estructura a desmontar con un líquido encapsulador para evitar que se desprenda la menor cantidad de fibras de amianto en caso de rotura.

También, como norma general, se recomienda comenzar el desmontaje de arriba a abajo, eliminando primero los elementos de sujeción de la pieza (enganches, tornillos, etc.), utilizando al mismo tiempo aspiradoras para recoger las fibras que puedan desprenderse durante el proceso. En algunos casos, sobre todo en el desmontaje de materiales friables con amianto, es imprescindible recubrir con plástico sellado toda la estructura para evitar que la fibras puedan expandirse.

Si se produjera una rotura del fibrocemento durante el desmontaje, las piezas rotas deberán volver a pulverizarse con el líquido encapsulador para reducir lo más posible la dispersión de fibras.

Una vez desmontado, el material debe tratarse para evitar la contaminación durante su manipulación y transporte. Se realiza una nueva aspiración con filtros absolutos y posteriormente se empaqueta. Lo habitual es hacerlo sobre palets que se embalan utilizando un plástico resistente.

Por último, se procede a limpiar y aspirar los elementos estructurales que han podido estar en contacto con el fibrocemento: paredes, muros, vigas, etc. La ropa y útiles empleados durante el desmontaje del fibrocemento también pasarán una limpieza exhaustiva y los trabajadores deberán someterse a un proceso de descontaminación.

 

Transporte y tratamiento del fibrocemento.

Una vez concluidos los trabajos de desmontaje del fibrocemento y tras empaquetarlos, se procede a su identificación como material peligroso, mediante una señalización específica (carteles).

El transporte del fibrocemento con amianto es también una tarea delicada y compleja, ya que durante su traslado podría expulsar fibras a la atmósfera. Por este motivo su transporte está sometido también a medidas de seguridad y prevención recogidas en la legislación del transporte de mercancías peligrosas. Debe ser un transporte autorizado y especialmente identificado con una documentación reglada donde se recoja el origen, destino, tipo de material que se transporta, etc.

El destino final del fibrocemento con amianto es su depósito vertederos autorizados para el tratamiento de residuos peligrosos o bien en vertederos que cuenten con dependencias específicas para este tipo de residuos.



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