La creciente contaminación ambiental no es un fenómeno exclusivo del la atmósfera o de los océanos. Diversos estudios ponen el foco en las consecuencias que para el suelo están teniendo los vertidos y la extracción de material primas. El suelo es un recurso vivo, imprescindible para la vida en la Tierra, y constituye un elemento básico del medio natural.
Solo hasta hace relativamente poco tiempo se ha tenido en cuenta el suelo como recurso medioambiental, a pesar de que se ha convertido en uno de los medios receptores de residuos y de elementos contaminantes. Tradicionalmente se ha hablado de contaminación del agua y del aire, mientras que se consideraba que el suelo tenía una capacidad de recuperación casi infinita. El año 1972 supuso un punto de inflexión al publicar la Comunidad Europea la «Carta europea de Suelos» donde se define al suelo como un activo para la humanidad y lo califica como un recurso «limitado, fácilmente destruible», y manifiesta que debe protegerse ante la erosión, la contaminación, el daño causado por el desarrollo humano, las prácticas agrícolas y selvícolas. Este documento implicó también el compromiso de los Gobiernos para impulsar medidas específicas con el fin de planifica y administrar los recursos del suelo.
Más relevante fue la Cumbre de Río, de 1992. En ella se reconoció la importancia de la protección de los suelos, su uso en el contexto del desarrollo sostenible, en particular contra la contaminación provocada por el hombre.
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¿Qué es un suelo contaminado?
Se entiende por contaminación del suelo un proceso de degradación por causas físicas o químicas que provoca la pérdida total o parcial de su productividad, generando efectos nocivos para los organismos vivos o las personas. La diferente composición de los suelos provoca que, en ocasiones, resulte difícil determinar un determinado compuesto deja de ser beneficioso y es el causante de un determinado nivel de contaminación. Se estima que en la UE el número de terrenos contaminados oscila entre 300.000 y 1.500.000 hectáreas. [vc_separator type=»transparent»]
¿Cuáles son las consecuencias de la presencia de contaminación en los suelos?
El suelo contaminado tiene incidencia en: [vc_separator type=»transparent» up=»10″ down=»8″]
- La normal capacidad autorregeneradora y depuradora del suelo, y la posibilidad para amortiguar la contaminación por sí mismo mediante procesos biológicos.
- Una reducción cualitativa y cuantitativa de microorganismos, o una alteración sustancial de su diversidad, lo que incide en la fragilidad del sistema.
- Una reducción de la productividad y del rendimiento de los cultivos, además de riesgos para la salud de los consumidores.
- La contaminación de aguas superficiales o freáticas debido a la transferencia de contaminantes. [vc_separator type=»transparent» up=»10″ down=»8″]
¿Qué tipos de contaminación de suelos pueden producirse?
Normalmente se diferencia entre la contaminación local o puntual (edáfica) que proviene de fuentes determinadas (actividades industriales, vertederos, explotaciones mineras…), y la contaminación difusa (explotaciones agrícolas, lodos, depuradoras, pesticidas…)
La contaminación puntual de suelos se localiza en zonas que rodean a la fuente contaminante debido a la relación directa. Se trata de un problema que se ha agudizado en los últimos años debido a la proliferación de vertederos ilegales, a la intensificación de la actividad industrial concentrada en determinadas áreas geográficas, la alta densidad urbana, incluso en los alrededores de antiguas instalaciones militares. Este tipo de contaminación de suelos también es frecuente en antiguos vertederos abandonados, pero también es frecuente debido a la eliminación de residuos municipales, residuos industriales o fugas en actividades industriales.
La contaminación difusa puede se debe a la dispersión de sustancias contaminantes en zonas amplias de terrenos, alejadas de la fuente de origen. Salvo la acidificación, en Europa este tipo de contaminación se encuentra asociada a determinados usos del suelo y puede aparecer en zonas restringidas, como las urbanas, industriales o agrícolas, o en zonas localizadas, como es el caso de vertederos. [vc_separator type=»transparent»]
Soluciones técnicas para la descontaminación de suelos
La solución tanto a la contaminación puntual como a la difusa pasa por la aplicación de técnicas de descontaminación de suelos mediante tratamientos físico-químicos o lavado, o técnicas de recuperación de suelos contaminados, degradados o empobrecidos, como las técnicas de contención o de confinamiento. En Posada Organización hemos desarrollado procesos específicos para dar soluciones técnicas para la descontaminación de suelos afectados por hidrocarburos o metales.