En Alemania, Dinamarca, Suecia, Austria o Finlandia los vertederos han desaparecido, y se apuesta por la revalorización energética de residuos.
España se sitúa a la cola de los países europeos en gestión sostenible de residuos. Nuestro país sigue depositándoles en vertederos en su mayor parte, al igual que hacen países como Hungría, República Checa o Portugal. Por contra, esta opción ha desaparecido completamente en países como Alemania, Dinamarca, Suecia, Austria o Finlandia,, donde la cota de vertido es del 1%, debido su impacto medioambiental.
Los países mas avanzados en respeto ambiental aplican ya sistemas eficientes de reciclaje y revalorización energética de residuos, obteniendo energía para las viviendas, el transporte público o la industria.
Por contra, en los países del sur y del este de Europa principalmente, el recurso a los vertederos es la tónica general. En ellos acaban la mitad de los residuos. Esta alternativa, de todo punto de vista insostenible, supone un verdadero desastre ambiental, generando la necesidad de aplicación de técnicas y procesos para el tratamiento de suelos contaminados.
En Europa existen ya 598 plantas de revalorización de energética, de las cuales solo 11 están en España y Andorra.
Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado 1 de octubre el Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica (PNCCA) que incluye 57 medidas dirigidas a los sectores más contaminantes, agrupados en ocho paquetes sectoriales: mix energético, transporte, industria, eficiencia energética en industria manufacturera y en el sector residencial y comercial, generación y gestión de residuos, agricultura y ganadería.
Esta norma supone la adopción de las medidas fijadas en la Directiva Europea que establece límites a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los porcentajes de reducción para España en 2030 (con respecto al año 2005) son de un 88% para el dióxido de azufre (SO2); un 62% para el óxido de nitrógeno, un 39% para compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM), un 16% para el amoníaco (NH3) y un 50% para partículas finas (PM2,5).
Según el Ministerio de Transición Ecológica, las medidas propuestas en el PNCCA permitirán alcanzar en 2020 los objetivos de reducción de todos los contaminantes y, para el año 2030, permitirán cumplir los objetivos de cuatro de los contaminantes (SO2, NOx, NH3 y PM2,5), con reducciones del 92% para el dióxido de azufre, 66% para los óxidos de nitrógeno, 21% para el amoníaco y 50% para las partículas finas.
